Las catilinarias

Las catilinarias de Amélie Nothomb

¿Cómo llegué a este libro? Fue una recomendación de Aranzazu @aranzaaugordillo. Cuando publiqué la reseña de Biografía del hambre de Nothomb me dijo que este era su preferido y yo no había leído.

Al ser el segundo que publicó, la portada todavía no tiene la estética a la que estamos acostumbrados, Amelíe y sus sombreros.

Los protagonistas son dos ancianos de 76 años, Emile y Juliette, que se trasladan a vivir a “La casa”, cuando se jubilan. Sueñan con un retiro especial, rodeado de todo aquello que les gusta.

Emile fue profesor de latín y las catalinarias es el nombre con el que se conoce uno de los discursos de Cicerón. La primera frase de este discurso es ¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?, lo que resume completamente el sentimiento de Emile, el narrador de nuestra novela.

Amelíe consigue que te enamores de la pareja, y compartas con ellos su felicidad y su día a día.

Una frase: “Ser aburrido es más divertido que ser interesante (pág. 65) … Comprendí por qué los conferenciantes son casi siempre tan cargantes”.

Portada Las catilinarias

Tanto ellos como las circunstancias son extrañas. ¿Puede un vecino hacer que cambie tu vida tanto? Yo no habría reaccionado como ellos pero, nunca se sabe. Preferiría no verme nunca en la situación.

Muy entretenida y de facilísima lectura.

  • Nº de páginas: 136
  • Editorial: CIRCE Ediciones
  • ISBN: 8477651329
  • Traductor: Ana María Moix, Concha Serra Ramoneda
  • Título original: Les Catilinaires

Opinión personal: Me gusta mucho esta escritora, ya os lo he dicho muchas veces. La segunda novela de Nothomb (1997), la primera Higiene del asesino (1992) me encantó también. Continúa con su ingenio y humor negro.

Enamorada de Juliette y sorprendida de Bernadette y sus brazos de pulpo.

Desde aquí me gustaría agradecer a los lectores que me recomiendan sus favoritos, descubro lecturas que no conocía y siempre suelen ser una preciosidad.

Buscaré Atentado, otra de las novelas de Amélie que no he leído, y ya os contaré.

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