La mejor voluntad de Jane Smiley
¿Cómo llegué a este libro? Era una novedad y no había leído nada de esta autora. Premio Pulitzer 1992.
Con esta novela termina Smiley lo que ha llamado Tríptico de la familia: “La edad del consuelo” y “Un amor cualquiera”, son los anteriores.
Trata de: familia, hijos, relaciones, ilusiones, orgullos, desengaños.
Bob y Liz deciden cambiar de vida e irse a una granja, a cinco kilómetros de Moreton (Pensilvania), siendo autosuficientes. La casa la construyó Bob, se alimentan de lo que cultivan, se visten con lo que tejen, no tienen luz, ni teléfono, ni coche…
Todo parece ideal hasta que tienen a Tom. Lo primero que tendrán que decidir es si mandarle a la escuela del pueblo. Deciden que sí y Tom acude al colegio en el bus escolar.
A partir de aquí su idílica vida cambia. Liz decide acudir a reuniones religiosas en la comunidad y una tarde a la semana camina los 10 Km. para encontrarse con otras personas y con Dios.
Tom tiene un comportamiento extraño en el colegio y rompe dos muñecas de una niña negra. Este será el desencadenante de todo lo que sucederá en los próximos años. ¿Qué ha pasado? ¿Qué han hecho mal?
La obsesión de los padres por su estilo de vida sencillo y austero, se vuelve contra ellos con la violencia de Tom.
Es curiosa, de fácil lectura.
- Publicado originalmente en 1989. Y en junio de 2021, en España.
- Editorial: Sexto Piso
- Traducción: Inga Pellisa
- N.º de páginas: 131
- ISBN: 978-84-18342-32-5
Jane dice que es experta en narrar la infelicidad conyugal. Ella ha estado casada 4 veces y es madre de cinco hijos, tres biológicos y dos hijastros.
Os comparto un párrafo de una entrevista que le realizaron a la autora, en El Mundo, nos ayuda a conocerla:
«La manera en la que la mayoría de novelas nos ha contado el matrimonio es un fraude, por eso me interesa tanto escribir sobre ello. Cuando el divorcio se legalizó, todo se complicó. La posibilidad de separarse cambió las cosas y estamos aprendiendo a lidiar con ello», añade. «A veces las rupturas son algo práctico. Otras veces son tristes, trágicas o un alivio. Hay que tener en cuenta que no sabes lo que va a ser estar casado con alguien hasta que te casas. Puede que esa persona se convierta en otra cosa».
Entrevista de Leticia Blanco en El Mundo
Opinión personal: Curioso y es un tema superactual.
Las relaciones padres e hijos siempre son un mundo apasionante.
Nadie nos enseña a ser padres. Siempre me ha sorprendido que hijos criados en la misma familia sean completamente diferentes, no tengan nada que ver uno con el otro.
Tengo hermanos y cada uno tenemos un carácter y forma de pensar distinta, a pesar de haber sido criados en el mismo hogar, y en la misma época.
Me ha gustado la frase de Jane de la entrevista y coincido completamente con ella: “Cómo nos comportamos ante los hijos es una herencia más”.
Disfrutarlos muchoooooo
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